Hoy empecé los ensayos de “La tercera parte del mar” de Alejandro Tantanián. Obra que ya dirigí hace dos años en El Galpón. Esta vez los actores son Natacha Codromaz y Gerardo Otero.
Estrenaremos sobre mayo del próximo año. Publicaré en el Foro la síntesis del proceso d
Ejercicio-juego sobre la capacidad de persuasión. El flujo sanguíneo se apodera del cuerpo y de la voz. Variaciones sobre ese estado. Alcance de un estado enrarecido, y di
Charla previa sobre producción. Adelantos en varios aspectos. Trabajo sobre el cuerpo y el espacio. Ejercicios motivados con premisas externas. Visualización de imágenes y exteriorización. Trabajo sobre la contención de la risa. Exploración de distintas alternativas. Cambios. Variaciones. Movimientos libres, bailes. Ejercicio de improvisación corporal sobre la esencia de la obra. Mismo ejercicio pero sólo con palabras y sonidos. Concatenación de ambos ejercicios en uno solo. Improvisación Victoria en el cuarto oscuro 9 años. Imitación de esa secuencia de acciones de Natacha realizada por Gerardo. Trabajo sobre Victoria animal, Rodrigo humano y Rodrigo animal y Victoria humano. Improvisación Rodrigo antes del accidente, sólo acciones. Repetición de la secuencia improvisada y al final incorporar texto del monólogo que hace alusión a ese momento. Natacha repite secuencia de acciones realizada por Gerardo. Ejercicio sobre el miedo. Apertura de la puerta, sorpresa. Cierre del ensayo con una síntesis y breve análisis de lo sucedido.
SEXTO ENSAYO
Un ensayo limitado en el tiempo, por eso más intenso. Reducción de los procesos de precalentamiento. Trabajo centrado meramente en el texto. Las primeras cinco escenas. Sus sonoridades. Sondeo una posible línea de acciones. Detención en escena 5. Variaciones. Gerardo O. propone una secuencia inteligente. No busca encierro en movimientos usuales y transita por una zona peligrosa. Encuentra el equilibrio en la acción. Natacha C. propone diferentes posibilidades de Victoria en esa escena. Hay un clima de expectación que logra aproximarse al requerido.
SÉPTIMO ENSAYO
Trabajamos sobre la escena cinco. Seguimos avanzado en las acciones. Aún hay dificultades de fijación del texto y conexión con la acción. Evolución pausada y meticulosa. Trabajo sobre la limpieza y precisión en el movimiento y el esboce de la espacialidad. Detención en los momentos que requieren de una mayor expectación. Peso de la pausa y el silencio. Breve charla sobre primeras sensaciones. Se trabaja en la siguiente modalidad: la escena corre hasta el momento pactado, comentamos, cambiamos, y repetimos secuencia con los cambios planteados. Ensayo breve pero intenso.
Ensayo Nº12. Repasan letra antes de empezar. Yo acomodo obsesivamente el espacio. Realizamos una pasada de las escenas que tenemos hasta el momento sin interrupción , una vez alcanzado el clima ideal, alteramos consignas. Propongo una pasada de las tres primeras escenas desde el lugar más verdadero que exista, sin interrupciones. Retomamos desde el lugar anterior. Volvemos a alterar consignas. Surge una improvisación notoriamente espontánea, a continuación caemos literalmente al piso a carcajadas. Hacía mucho tiempo que no me reía hasta las lágrimas. Descanso inevitable. Fuman. Ahora ella también fuma. El verano hizo estragos. Aprovecho y doy indicaciones y hablamos de trámites varios, cosas que resta resolver. Se retoma y se consigue el mismo clima de forma casi inmediata. Repetimos toda la secuencia de acciones y realizo marcaciones a cada instante. Modificamos varias cosas. Él inventa nuevas acciones que potencian el texto. Ella a raíz de la improvisación anterior alivió tensiones y mejoró posturas. Hay grandes avances en la sonoridad, en el clima general. Aún no se logra el ambiente denso. Armamos calendario de ensayo para los días venideros. Esta es la tarea más cruel y difícil. Pero se logra, cuesta pero se logra.
Ensayo 14. Ensayamos en un espacio no habitual. En minutos nos apropiamos del lugar. Repaso activo de la letra. Le pido que no se ciña demasiado a ella. Que haya lugares de inseguridad, que usaremos a favor de la propuesta. Dejo la música de fondo todo el tiempo de forma casi imperceptible. Ese sonido sintetiza el clima de expectación que requiere la pieza. Seguimos ensayando ella y yo, solos. Trabajamos el primer monólogo. Sorteamos varias dificultades. Cambiamos la estructura primaria y emprendemos nuevas posibilidades. Hay dos planos muy marcados. Victoria de desdobla. Victoria en el espejo que es vista por Rodrigo y la victoria que únicamente el público ve. Hay un doble juego. Buscamos sutilezas que enriquezcan el juego planteado. Conmover y conmoverse, pido. Como perturbación interna, como alteración y trastorno emocional. La psiquis de estos personajes está fraccionada. Mediante un estímulo exterior que provoco, surge una reacción sumamente interesante que es incorporada. Trabajamos parte del monólogo en varios registros vocales. Emprendemos una limpieza de lo obtenido mediante varias pasadas continuas. Un ejercicio en la penumbra. Se logra el efecto imaginado. Fijamos ensayos de la semana próxima. Ensayo intenso y muy productivo.
Ensayo 15. Sólo con él (Gerardo Otero) Nos enfrentamos a uno de los monólogos más complejos. Discutimos bastante sobre lo que encierra realmente esta escena, cuál es el secreto que subyace. Cambiamos cosas. Hablamos del peligro del hermetismo y de acercar el texto a una zona, por momentos, un tanto naturalista. Insisto: sólo por momentos. Cómo cuesta aprender esta letra, dice. Interrumpe el juego propuesto con algún insulto producto del olvido del texto. Se tranquiliza y continúa. Crea toda la secuencia con los ojos vendados, para percibir la sensación de estar a oscuras. La primer parte de esta escena se representará así, en una oscuridad absoluta. Exploramos la sonoridad, el estruendo vocal y la destrucción de la armonía. Siempre a centímetros del público. Es una prueba. Aún no me decido cómo resolver esta escena.
Ensayo 16. Sólo con ella (Natacha Codromaz). Seguimos la planificación tal cual estaba pactada. Abordamos las acciones que realiza en la cama. Ella las improvisa y luego tomamos acción tras acción y vamos enriqueciéndola, limpiándola y sobredimensionándola. Es una escena de lance y desinhibición. La actriz efectúa una serie de acciones impactantes desde el punto de vista visual, que requieren de su entrega y convicción. Logramos aproximarnos a la idea. Por momentos me preocupa su voz, el juego no permite demasiada proyección, lo señalo en más de una ocasión. Lo corrige. Sigo atento a ello en el resto del ensayo. Ajustamos y analizamos cada movimiento que realiza en la cama de forma casi coreografiada, para evitar posibles lesiones. El texto en este momento es vertiginoso, plagado de peligros.
Ensayo 17. Están los dos. Los viernes reunimos todas las escenas y cada uno muestra al otro lo que trabajó en la semana. Con esta modalidad hemos realizado grandes avances. Se ha perdido el poderío que tenía la discusión de la escena 5. Trabajamos progresivamente esta escena. Tengo algunas dudas con respecto al comienzo. Esta semana iremos a la sala (Abasto Social Club) y probaremos dos posibilidades. Empieza a aparecer algún elemento. Han donado un espejo, nos siguen faltando cosas.
Ensayo 18. Sólo con Natacha. Hablamos mucho de nuestra interpretación del texto, de nuestra visión. Volvemos sobre la línea de acción y cambiamos algunos elementos. Vuelvo a enunciarla. Hablamos de la multiplicidad de sentidos, de la apertura de significados que posibilita este texto. Allí reside su riqueza. La complejidad de los riesgos. Armamos una primera secuencia de la escena 4. Es una estructura simple. Suena por primera vez El Apocalipsis. Se escucha muy bien. Realizamos 2 pasadas de todas las escenas de Victoria, una tras otra sin interrupción. Se alcanza el clima necesario ya desde el primer momento. Corrijo movimientos. Todo fluye bastante ordenado y limpio. No logro detectar demasiadas imperfecciones. Sigue habiendo problemas de emisión de la voz en los momentos más íntimos. Sigo trabajando ese aspecto sin obsesionarme.
Ensayo Nº20. Sólo con Gerardo Otero. Larga e intensa charla en el café de siempre. Seguimos mutando los significados y poniéndonos de acuerdo en algunos aspectos de la interpretación del texto. Convenimos cambiar algunas referencias religiosas sin llevar el texto demasiado a tierra. Ya no manifiesta dificultades para asirse de la letra. Mientras esperamos una llamada que nos indique que el espacio de ensayo está listo para ser usado, café mediante, hacemos un repaso activo de letra. Noto miradas de las mesas cercanas, No habíamos notado el volumen de nuestras voces, nos reímos. Ya en el lugar de ensayo realiza su entrenamiento personal que lo predispone al trabajo, sigue repasando la letra. Propongo seguir explorando la sonoridad y el uso correcto de su voz. El planteo de esta escena requiere una entrega vocal absoluta, y para evitar lesiones, le pido que ejercite mucho las cuerdas vocales antes de empezar. Logra apoyar el sonido en una zona segura y allí experimenta. Logramos una sonoridad interesante, pero aún falta. Falta vigor, saturación y desesperación. Se avanza bien. Pasamos a trabajar fin de escena 4, revisamos las acciones que realiza en la cama, la experiencia de sentir un olor nauseabundo y de no saber su origen. Transita por la escena expectante y es interesante notar el clima que se genera.
Ensayo Nº21. Sólo con Natacha Codromaz. Retomamos escena 4. Seguimos acorde a la planificación de los ensayos según la escena. Propongo cambiar algunos movimientos que no me convencen desde el último ensayo, ella propone otros y me agradan. Tomo las riendas del espacio y me meto en él mientras realiza la escena, la motivo desde muy cerca, le pido que realice acciones sorpresivamente, le cambio el eje, y le pido volumen. Un excesivo torrente de indicaciones y motivadores que aguanta muy bien. Experimento la sensación de confianza mutua y entrega absoluta de una actriz en los brazos del director. Se realizan tres pasadas consecutivas de todas las escenas. Mañana iremos a buscar más donaciones de espejos y el sábado a ver la sala.
Ensayo 22. Abordamos nuevamente la escena 5 a fin de recuperar la intensidad anteriormente alcanzada. Se realizan varios intentos. Ensayo complejo. Están los dos presentes. Transitamos por todas las escenas montadas hasta el momento. Un logro importante: nos agrada la primera escena de Victoria, su aparición y tránsito por el espacio. Habíamos tenido dificultades de emisión de la voz en varios ensayos, pero esta vez, alcanzamos el justo nivel. Hay un agitación inspiradora en el ensayo. Están muy creativos y eso potencia todo. Probamos la escena 10 en la penumbra, me sigue preocupando la intensidad de la voz. Exige demasiada entrega vocal. Acordamos realizar más ejercicios vocales previos, para evitar posibles lesiones en las cuerdas vocales. Siguen apareciendo espejos gracias a compañeros del Foro.
Ensayo 23. Seguimos transitando por la escena más compleja de Victoria. Es aquí, en la escena 9, donde suceden la mayor parte de los cambios de personalidad, la actriz debe mutar de estado y de forma sin que opere casi transición alguna. Me he distanciado muchísimo, en esta escena particularmente, de la anterior versión. Sin duda uno de los factores determinantes es lo disímiles que son ambas actrices. Esto ha potenciado muchísimo el trabajo y magnificado mi visión. Dividimos la escena es dos partes para trabajarla más claramente. Voy guiando la intuición de Ella y todo empieza a encajar. A esta altura del proceso a veces sobran las palabras, basta con una mirada, un gesto, una motivación inesperada; todo es bien recibido por la actriz. Es muy grato experimentar esta sensación de confianza mutua. Ya hemos establecido, sin notarlo, varios rituales. Nos hemos apropiado del lugar de ensayos de una forma especial. Hoy me observé moviendo suavemente los brazos y susurrándole cosas casi inaudibles. Estoy empezando a generar esa modalidad, no sé de dónde provino, pero lo estoy haciendo. Quizá se deba, vuelvo a decirlo, a la confianza gestada. Estoy pensando en realizar nuevos cambios en el texto, intervenirlo más. Aprovecharé que Alejandro está en Alemania para realizar estas maldades. Qué maravilloso es cuando el dramaturgo brinda el texto sabiendo que será sometido a tu autonomía creadora.
Ensayo 24. Continuamos erigiendo la escena 9, la compleja. De hecho, es muy enmarañada esta obra, pero la apertura de sentidos es tan poderosa y tan inspiradora a la vez. Esta obra es un mar turbio, revuelto, confuso, caliente. Es agua y revoltijo de sangre. Con esas ideas iniciamos el ensayo. Tras una breve charla y el repaso activo de la letra, nos disponemos a realizar dos pasadas de la escena para poder retomar en el lugar y en el clima que dejamos. Intuyo que ella está disfrutando mucho esta escena. Probamos varias propuestas, ella sugiere dos cambios y resultan muy convenientes. Sigo trabajando, ahora sí obsesionado, la sonoridad y en este caso, la emisión de su voz. Es un trabajo bastante histriónico y al transitar por varios estados e intensidades de forma casi simultánea, a veces pierde el control de sus puntos de apoyo y se adentra, perdiendo contacto con el receptor. Filmamos la escena.
Ensayo 25. Sólo con Él (Gerardo Otero) abordamos la escena 10. Dado que transcurre en la penumbra, esperamos que caiga el sol así se filtra menos luz. Realiza, mientras esperamos, ejercicios vocales. Esta es una escena de gran exigencia vocal. Esta escena requiere una fisura abrupta, un cambio sustancial de clima y de forma. Son dos Rodrigos, el de la oscuridad, desesperado por encontrar la salida, de huir, y el Rodrigo mesurado, que narra sus dos muertes, que redime sus pecados con la palabra serena mientras se fuma un cigarro en paz. Dos juegos antagónicos. Uno expuesto y otro introspectivo, íntimo, descontraído pero letal. Avizoro en esta secuencia un posible problema de tiempo, ritmo y volumen. Pero no me preocupa del todo ya que disponemos aún de tiempo para atender esto. Le pido que se esmere denodadamente por imaginar cada una de las palabras que emite, cada una de las imágenes que levanta, imágenes crudas, letales.
Ensayo 26. Gran parte del día, antes de acudir al ensayo, estuve realizando algunas gestiones de producción. Ya en el ensayo me dispongo a realizar dos pasadas de todas las escenas, pero me detengo a corregir suciedades, movimientos innecesarios y cambio varias cosas que no me convencían del todo. Hacemos una única pasada y no quedo conforme. Ella estaba con la energía debilitada. No siempre se tiene que ir satisfecho uno.
Ensayo 27. Sólo con Ella. Planteo realizar dos pasadas de todo. Esto me permite visualizar el desarrollo sin ninguna interrupción, limpiar imperfecciones y constatar en qué momento el clima necesario desciende y dónde es que pierde contacto. La primera siempre es fría, demasiado técnica y ella tiende a observarse demasiado. Pero esta vez ocurrió algo distinto, quizá porque el último ensayo estaba un tanto saturada de responsabilidad, esta vez quiso entrar desde el primer momento. De todas formas y pese a haber rozado la excelencia (al menos la excelencia necesaria en este momento del proceso) seguí empecinado con que realizáramos otra pasada, tal cual estaba previsto. Controlo el tiempo que duran estas escenas. Empezamos a sentir el peso de la ausencia del otro actor, ya se nos hace necesaria su presencia en todos los ensayos. A partir de ahora intentaré juntarlos más.
Ensayo 28. Sólo con Él. Vemos el calendario y programamos los ensayos generales. Nos avocamos meramente a la escena 10 que la hemos relegado bastante. De todas formas la estructura requiere que no se ensaye demasiado, ya está clara la forma y cómo debe desempeñarse en este momento. Afortunadamente está coincidiendo nuestra hora de ensayo con la llegada de la noche y eso permite la oscuridad, componente esencial de este espectáculo. Él ya sabe trasladarse en la oscuridad y logra el efecto deseado. La segunda parte de esta escena es demasiado intimista, demasiado pequeña, demasiado cinematográfica. Encontramos la forma exacta de hacerlo sin que resulte fastidioso. Es una zona peligrosa, pero confío que se mantendrá en ese lugar.
Ensayo 29. Ensayo con ambos. Creamos el final de la escena 9 incluyendo a Rodrigo. Ambos están un poco dispersos, pero poco a poco se van preparando para realizar una pasada de todas las escenas. Uno se sorprende de los avances del otro y viceversa. Noto que algunos movimientos que realiza Rodrigo al salir de la cama, son extraños, peregrino transitar por la escena sin un cometido específico. Hablamos de eso, se corrige. Logra encontrar una estimulación interna que mejora la secuencia. Se notaba demasiado mi mano y no la suya. Al transitar por las escenas de manera aleatoria y sumado a esto la no linealidad de la obra, suele suceder que uno de los Rodrigos aparezca en la escena incorrecta. Es un trabajo técnico que aún no domina del todo. Pero ha habido grandes avances en este sentido, en los últimos ensayos.
Últimos Ensayos
En la recta final. Transitando por los momentos previos al estreno. Trato de no transmitir mi ansiedad a los actores, trato pero no lo logro. Aún faltan varias cosas. El miércoles comenzamos los ensayos en la sala. Me resta definir la última escena, tiene que ser muy impactante y creíble, mucho más que el resto. Hemos intervenido bastante las últimas escenas. Todos los rubros técnicos están muy bien encaminados. Sólo me resta conseguir algún elemento de utilería y de escenografía. Hoy y mañana me ocuparé de eso. Siempre disfruto los últimos ensayos, cuando todo empieza a manar libremente, y uno siente que ya no tiene nada que hacer allí. La tarea más difícil del director, es salvaguardar el entusiasmo creativo del actor durante todo el proceso. Motivar estados y cultivar confianzas. Pero sobretodo, mantener vivo el atrevimiento. Vienen días que disfrutaré, que me cansarán, pero será un cansancio libre. La sala es hermosa, es la sala que siempre necesité para esta puesta en escena.